domingo, 28 de marzo de 2010

Ciudad de Dios (Cidade de Deus)

Ambientada en Ciudad de Dios, una famosa favela ubicada al oeste de Río de Janeiro, la película narra la evolución de la propia favela a través de los ojos de Buscapé, un chico cuya niñez estuvo marcada por el miedo y admiración hacia varios criminales. La narrativa comienza con la huida del matadero de una gallina que observa la muerte de otras tantas gallinas para una comilona inolvidable. Cuando escapa, un grupo de maleantes la persigue a punta de pistola hasta que llega a donde Buscapé la puede alcanzar. Sin embargo, de pronto se da cuenta de que está en medio de malhechores y policías armados, con lo que iniciará un fuego cruzado. Entonces, en un flashback que nos lleva a los años 60, Buscapé recuerda los inicios de Zé Pequeno, el más temible jefe criminal de Ciudad de Dios.


Historia del Trío Ternura


El Trío Ternura, integrado por Marreco (hermano mayor de Buscapé), Cabeleira y Alicate, fue legendario en los inicios de Ciudad de Dios, ya que cometían asaltos a camiones de gas y algunos otros negocios, pero de forma más bien robinhoodesca, es decir, repartiendo las ganancias con niños y amas de casa, con lo que nadie los delataba a las autoridades. Sin embargo, cuando Dadinho, (que desde niño tendría ideas, algo esencial para la vida criminal) les propone asaltar un motel para conseguir una gran cantidad de dinero, ellos labrarán su propia desgracia, porque habrá una serie de muertes absurdas relacionadas con el robo, y el Trío Ternura será inculpado pese a no haber asesinado a nadie. Marreco, después de huir de un marido enfurecido, morirá a manos de Dadinho, el verdadero culpable de los asesinatos en el motel, Cabeleira morirá cuando intenta huir de Ciudad de Dios para rehacer su vida con la mujer que amaba, y Alicate se volverá un fanático religioso debido a una “iluminación” que tiene cuando eran perseguidos.


Diez años después, Buscapé es un adolescente que busca perder su virginidad a como dé lugar. Le gusta fumar marihuana pero detesta la vida de los criminales. Preferiría disparar una cámara fotográfica antes que una pistola. Y con sus ahorros se compra una e intenta conquistar a Angélica, de quien está enamorado. Para entonces, Dadinho ha cambiado su nombre a Zé Pequeno, aconsejado por un brujo que le otorgará un collar con el que será inmune, a menos de que se le ocurra follar sin quitárselo, con lo que morirá de inmediato, tal como en verdad sucederá en un futuro. Zé Pequeno, gracias a su inteligencia y a su crueldad, se convertirá en el terrible rey de Ciudad de Dios, porque matará a todos los narcotraficantes de la región y él mismo se encargará del negocio junto con Bené y algunos lacayos. Así habrá un tiempo de paz y prosperidad en la favela, porque nadie se atreverá a desatar la furia de Zé Pequeno.

Bené, el mejor amigo de Zé Pequeno desde la infancia, es un sujeto que fungirá como un residuo de humanidad en el jefe, ya que gracias a él no será necesario matar a todo el que se cruce por su camino. Y cuando Bené le quita la novia a Buscapé, decide que se alejará de la vida criminal para vivir en una granja con ella. Sin embargo, en su fiesta de despedida, Barbantinho, que buscaba matar a Zé Pequeño por haberle arrebatado su negocio, asesina involuntariamente a Bené, desatando la ira y la crueldad que Zé Pequeno escondía en las tinieblas de su alma. Esto, aunado a la humillación pública que perpetra en la fiesta contra el pacífico aunque valiente Mané, y más tarde al violar a su novia (con el collar que le diera el brujo), y matar a sus familiares, generará una verdadera guerra por el dominio de Ciudad de Dios.

Mané, Aliado a Cenoura, consigue notoriedad en los diarios gracias a la violencia que desata contra la banda de Zé Pequeno, y éste, celoso de la fama de su rival, le exige una foto de él y su banda al asustado Buscapé, con lo que empezará su carrera como fotógrafo. En la batalla en la que se enzarzan cuando van tras la gallina, resulta muerto Mané a manos de un chico que se había infiltrado en sus filas para vengar la muerte de su padre, pero también Zé Pequeño es abatido por los “Raterillos”, unos niños de entre 6 y 10 años, que robaban constantemente a los comerciantes de la favela y que con eso se vengaban de la muerte de uno de ellos. De esta forma ellos tomarán el control de los negocios de droga en Ciudad de Dios. Buscapé fotografiará el cuerpo acribillado de Zé Pequeno y seguramente con ello alcanzará una fama insospechada en el periódico…

Ciudad de Dios es una película escalofriante por el ritmo frenético y la violencia cruda que muestra. Está basada en la novela homónima (y aún más cruda) de Paulo Lins, y ésta a su vez retrata mucho de lo vivido por el escritor durante su infancia y adolescencia en la favela. Es una magnífica adaptación por parte de Fernando Meirelles y Kátia Lund y dio pie a la estética utilizada en películas posteriores, entre las que destaca la aclamada (aunque quizá menor) Slumdog millionaire, de Danny Boyle.