domingo, 28 de marzo de 2010

Shutter Island (La isla siniestra), dirigida por Martin Scorsese


Durante 1954 el alguacil Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio) y su compañero, Chuck Aule (Mark Ruffalo), se dirigen al Hospital de la isla Ashecliff para criminales dementes, ubicado cerca de Boston. En todo el trayecto sienten una tensión entre los guardias de la isla, como si una tormenta estuviera por desatarse. Van tras la pista de Rachel Solando (Emily Mortimer), una paciente que desapareció de una habitación perfectamente cerrada y custodiada. El Dr. John Cawley (Ben Kingsley), el psiquiatra en jefe, les explica que Rachel fue internada después de que ahogara a sus tres hijos en un lago. Ella cree, sin embargo, que aún vive en casa y que sus hijos están vivos.

Filosos acantilados rodean la isla, con lo que parece imposible que Rachel pudiera escapar hacia las cuevas cercanas sin zapatos. Hay también un faro, pero según las autoridades del manicomio ya ha sido registrado sin resultados. Teddy y Chuck interrogan al personal y así se enteran de que el psiquiatra de Rachel, el Dr. Sheehan, se fue de vacaciones por la mañana. Esa misma noche Teddy sueña con su esposa Dolores (Michelle Williams), quien murió en un incendio dos años antes. Ella le asegura que Rachel sigue en la isla, así como Andrew Laeddis, el pirómano que causara su muerte.

Al día siguiente continúan las entrevistas, esta vez a los pacientes, uno de los cuales le aconseja a Teddy que huya. Cuando Teddy y Chuck, en medio de una terrible tormenta, van a explorar otros sitios de la isla, le explica a Chuck la verdadera razón que lo llevó a investigar ese caso: después de haber sido transferido a Ashecliff, Andrew Laeddis desapareció sin dejar rastro. Cuando Teddy investigaba, se encontró con un expaciente que afirmaba que en el hospital se estaban realizando experimentos con seres humanos, iguales o peores a los que practicaban los nazis.

De pronto aparece Rachel de la misma forma misteriosa en que había escapado, y cuando Teddy intenta saber la verdad, Rachel sufre un ataque y debe ser interrumpida la entrevista. Finalmente, en el pabellón de los muy peligrosos se encuentra con George Noyce (Jackie Earle Haley), el hombre que le hablara de los experimentos. George dice que toda la situación es un juego para el beneficio de Teddy y que si quiere saber la verdad, debe investigar lo que hay en el faro y olvidarse de las alucinaciones que Teddy ha comenzado a tener, en las que siempre aparecen escenas de su esposa y de cuando Teddy liberó cautivos judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuando intenta alcanzar el faro, Teddy se encuentra con que la verdadera Rachel Solando (Patricia Clarkson) está ocultándose en la cueva de un acantilado. Era médico en Ashecliff hasta que se enteró de los experimentos, con lo cual empezaron a hacerla creer que estaba loca. Además le explica que el hospital da a los pacientes medicamentos psicotrópicos para dominar sus mentes y usarlos como armas secretas en la Guerra Fría. Ella está segura de que Teddy ha sido drogado mediante la comida y los cigarrillos desde su llegada a la isla. Cuando sale de la cueva, cree ver el cadáver de Chuck al pie de los acantilados, como si alguien lo hubiera empujado.

Teddy finalmente va hacia el faro, no sin antes distraer la atención de los guardias con la explosión del automóvil de Cawley, y encuentra a éste mismo esperando en la parte superior del faro. No hay experimentos inhumanos sino sólo la oficina de Cawley, quien poco a poco le revela que el propio Teddy es en realidad Andrew Laeddis, que asesinó a su esposa después de que ella ahogara a sus tres hijos en el lago, y luego creó una fantasía para huir del dolor. Inventó a Rachel Solando como parte de su ilusión. Ha estado durante dos años bajo el cuidado del Dr. Sheehan, a quien ya conocía como Chuck. Sheehan y Cawley habían ideado el experimento de permitir a Andrew vivir sus fantasías en un último intento de regresarlo a la realidad, antes de permitir al gobierno ejercer sobre él una lobotomía para quitarle toda su potencial peligrosidad. Entonces Andrew recuerda todo y parece hacer las paces con sus recuerdos, pero más tarde, al charlar con el Dr. Sheehan, una vez más se refiere a él como "Chuck", lo que le indica que la terapia experimental no tuvo éxito, con lo que lo único que espera a Andrew es una lobotomía.

Shutter Island está basada en la novela homónima de 2003 de Dennis Lehane. Y en esta versión cinematográfica, el suspenso domina de principio a fin, mucho debido a los efectos de sonido que agotan los nervios del espectador. Y aunque la historia verdaderamente atrapa por sus giros inesperados y su ritmo implacable, no estamos ante lo mejor que ha realizado Martin Scorsese en su carrera. Mención honorífica a DiCaprio, que conforme ha ido madurando como actor, sus interpretaciones han dejado de ser tan afectadas como antes.