viernes, 12 de febrero de 2010

American Beauty (Belleza americana), dirigida por Sam Mendes



A sus 42 años, Lester Burnham (Kevin Spacey) ha perdido algo en su vida. Él mismo confiesa que su mejor momento del día es cuando se masturba en la ducha por las mañanas. Ha trabajado por 14 años en una revista que detesta; además, es padre de Jane (Thora Birch), una adolescente de 16 años que lo odia, y esposo de Carolyn (Anette Bening), una ambiciosa agente inmobiliaria que cree que él es un fracasado. Algo no tan lejano de la realidad.

Sin embargo, cuando un día acuden a la escuela de Jane para verla como porrista en un juego de baloncesto, Lester queda hechizado por la hermosa amiga de Jane: Angela (Mena Suvari). A partir de ese momento comenzará a fantasear eróticamente con ella entre suaves lluvias de pétalos rojos. Ése será el primer paso para que su vida dé un vuelco de 180 grados.

Después de una cena de negocios, Carolyn se involucrará en una aventura con Buddy Kane, su “odiado” rival, e incluso aprenderá a disparar una pistola como método antiestrés. Mientras tanto, después de fumar un porro con su nuevo vecino Ricky Fitts (Wes Bentley) y de ser testigo de cómo éste manda al diablo su empleo de mesero, Lester abandona el suyo, no sin antes chantajear a su jefe para obtener más de 60 mil dólares como finiquito, y así enrolarse como cocinero de hamburguesas: un empleo sin presiones. Además se deshace de su Camry y consigue un Firebird 1970: el auto que siempre había soñado. También se aficiona a la marihuana que vende Ricky y comienza a hacer ejercicio para impresionar a Angela, a quien ha escuchado decir cuando visita a Jane que lo consideraría más sexy si tan sólo hiciera ejercicio. Pareciera que su vida finalmente está en el camino que siempre había anhelado.

Por otra parte, Jane y Ricky se enamoran. Él le muestra los videos que ha tomado y ella le cuenta sus sueños y frustraciones, el odio hacia su padre, aunque nunca sabe que Ricky surte de hierba a Lester. Y la relación "comercial" entre Lester y Ricky preocupa al padre de éste: el coronel Fitts, quien husmea entre los videos de su hijo. Así, encuentra uno en el que aparece Lester desnudo mientras hace ejercicio, con lo que cree que su peor pesadilla se ha vuelto realidad: que su hijo es homosexual.

El último día en la vida de Lester, Buddy y Carolyn lo encuentran cuando van por hamburguesas después de retozar en un motel. Él se muestra imperturbable por la infidelidad de su esposa, pero Carolyn parece más afectada por la indiferencia de Lester que por haber sido descubierta, y queda aún peor cuando Buddy decide romper su relación para evitar problemas posteriores. Por la noche, Lester llama a Ricky para que le surta más hierba, y mientras tanto son espiados desde un ángulo ciego por el coronel Fitts, con lo que éste se imagina lo peor. Así, cuando Ricky vuelve a casa, se encuentra a su padre en la oscuridad, quien le propina una tunda. Ricky admite su homosexualidad con tal de librarse de él, y después le propone a Jane que se vayan juntos a Nueva York. Ella acepta para consternación y envidia de Angela, que no puede quedarse callada y les dice que están locos. Ricky le dice con cierto desprecio que es una tipa aburrida y trivial, con lo que Angela los deja solos y se queda sola y abatida en la estancia.

Lester hace ejercicio en la cochera con humor inmejorable. En eso llega el coronel Fitts, empapado por el aguacero que ha caído desde la tarde. Parece muy perturbado y Lester intenta de calmarlo, pero Fitts lo malentiende y de pronto lo besa. Lester lo rechaza, diciéndole que ha comprendido mal. Avergonzado, Fitts sale otra vez a la lluvia. Al mismo tiempo, Carolyn está furiosa en su auto por lo acontecido, y acaricia su arma mientras se repite a sí misma que no será una víctima.

Poco más tarde, Lester se encuentra a Angela en la estancia. Finalmente están solos y parece que podrían consumar el deseo que ambos han sentido desde hace tiempo. Pero de pronto Angela le confiesa que es virgen, y eso basta para que Lester se detenga y asuma un papel paternal. Charlan acerca de Jane y Lester se alegra cuando Angela le dice que quizá en esos momentos ella sea muy feliz con Ricky. Cuando ella le pregunta cómo se siente, se da cuenta de que él también es feliz. Angela va al baño y Lester se sienta a mirar una vieja fotografía de su familia, sin darse cuenta de la pistola que se cierne detrás de su cabeza.

La muerte, a manos del despechado coronel Fitts, lo sorprendió cuando era más feliz, y pese a ello, Lester no guarda ningún rencor a nadie, incluso cierra la película hablando acerca de la belleza de la existencia, casi imposible de notar mientras uno está vivo, pero que desde ese momento le llena insoportablemente el “corazón”, como un globo a punto de estallar…