viernes, 13 de noviembre de 2009

El día de la Bestia


El ingenuo sacerdote Ángel Berriartúa (Álex Angulo), Catedrático de Teología en la Universidad de Deusto, llevaba más de un cuarto de siglo estudiando el Apocalipsis según San Juan con el fin de descifrar el mensaje oculto que seguramente subyacía en el texto bíblico. Y de hecho llega un día en el que está convencido de haberlo conseguido: el Anticristo nacerá justo en Madrid el 25 de diciembre de 1995, antes del amanecer. Con ello en mente, se decide a cometer toda clase de maldades para que así Satanás confié en él y logre acercarse al que no debe nacer y asestarle un golpe fatal, con lo que salvaría al mundo.

Así, entra a un mundo de fin de siglo en el que la violencia, los asesinatos y la maldad son cosas cotidianas. Y en su búsqueda de pistas sobre El Maligno, llega a una tienda de discos de Heavy Metal en la que conoce a José María (Santiago Segura), un fanático del Death Metal que se convertirá en uno de sus principales aliados. José María le obsequia una cinta de Satánica (uno de sus grupos favoritos y también uno de los más pesados) y el dato de la pensión que dirige su propia madre para que allí pernocte el heroico cura. Una vez allí, Berriartúa arroja un crucifijo al piso y comienza el doloroso dibujo de cruces en las plantas de los pies a base de quemaduras de cigarrillos, algo sumamente prohibido por el dogma. Después, al observar la televisión, algo que nunca había hecho en su vida, se topa con el Profesor Cavan (Armando de Razza), investigador de lo oculto, uno de esos fantoches que son capaces de adivinar el futuro de quien sea vía telefónica o exorcizar el cuerpo de cualquier poseído no sin antes asegurarse de que haya una cámara de televisión cerca.

Sin embargo, Berriartúa cree que el Profesor Cavan es justo el aliado que más necesita para llevar a cabo su cometido y convence a José María de que le hagan una visita a su departamento para contarle acerca del advenimiento del día de la Bestia. Sin embargo, Cavan lo cree un demente cuando comienza a explicarle su plan de efectuar todos los ritos necesarios para que el cura le venda su alma al Diablo, y a Berriartúa no le queda más remedio que secuestrarlo con lujo de violencia en su propio departamento y obligarlo a realizar el rito. Y para asombro de los tres, al final realmente se aparece un macho cabrío en el departamento de Cavan, con lo que se convencen de que es el propio demonio. Sin embargo, la amante de Cavan ha llamado a la policía y en medio de la huida de los tres, Cavan cae sobre unos anuncios luminosos del edificio y apenas salva el pellejo.

Mas Berriartúa debe huir con José María para averiguar el lugar preciso del nacimiento de la Bestia. Así, acuden a una conferencia sobre las profecías de Nostradamus en la que desatan el pánico cuando Berriartúa cree que será ése el lugar maldito, son perseguidos a balazos por la policía en calles atestadas de gente dispuesta a celebrar las navidades, y finalmente Berriartúa cree que el concierto del grupo Satánica que se llevará a cabo en el antro El Infierno, no podía ser más idóneo para el horrendo nacimiento. Así, cuando observa a una mujer embarazada (con el atuendo típico de los amantes del Metal) presiente que será la madre de la Bestia y trata de forzarla, con lo que recibe una terrible paliza por parte del marido. Maltrecho y dudoso, es salvado por José María, que contacta a Cavan, ya que de pronto éste cree haber dado con la pista que los llevará al lugar justo del nacimiento y lo pregona por la televisión para dar con el desaparecido Berriartúa.

Así, los tres se reúnen nuevamente y acuden a La Puerta de Europa, lugar que parece personificar físicamente la firma de Satanás según documentos históricos aparecidos en un libro de Cavan. Y en efecto, es el lugar del nacimiento de la Bestia, sólo que también hay allí unos terroristas que golpean a Cavan, y el propio Satanás, que se deshace de José María, pero no puede evitar la muerte de su hijo. Al final, después de 9 meses de consumados los hechos, se ve a Berriartúa y Cavan en un día soleado como dos mendigos que saben que han salvado al mundo, pero que saben también que nadie les creería si se pusieran a divulgarlo.

El día de la Bestia es una magnífica película del español Álex de la Iglesia con la que obtuvo el premio Goya a la mejor dirección en 1996. Está llena de sangre, sí, pero también de guiños insoslayables y un humor corrosivo y diabólico que no dejará en paz al espectador un solo minuto. Y algo curioso es que el propio Alex de la Iglesia aparece en el filme personificando a un terrible y jocoso Satanás.