viernes, 16 de octubre de 2009

Bastardos sin gloria (Inglourious Basterds)

1941. La ocupación nazi en Francia está en pleno auge. Y en una granja ubicada en la campiña, el Coronel de la SS Hans Landa, mejor conocido como el “Cazador de Judíos”, somete a un “amable” interrogatorio a un granjero llamado LaPadite. Así, lo obliga a confesar que esconde a una familia de judíos en su propia casa, a cambio de mantener a salvo a su propia familia. LaPadite le indica el lugar del sótano en el que están y Landa da orden a los soldados para que ametrallen el piso. Sólo logra escapar Shosanna, una joven de 19 años a quien dejan huir al bosque.
Mientras tanto, un grupo secreto de yanquis judíos conocido como “Los Bastardos”, comandado por el cocainómano Teniente Aldo Raine, se convierte poco a poco en el terror de los nazis, sobre todo por su crueldad al emboscar soldados, ya que nunca toman prisioneros y a cada uno de sus integrantes, el Teniente Raine le exige que mate al menos 100 nazis, y que además le lleven la cabellera de éstos. Y si “Los Bastardos”, dejan libre a alguno, lo marcan para siempre con una svástica en la frente, grabada a punta de cuhillo.
En 1944, Shosanna ha cambiado su nombre por Emanuelle Mimieux y es dueña de un cine en París. Un día el soldado alemán Frederick Zoller, la encuentra mientras cambia las letras de la marquesina del cine y se prenda de su belleza. Poco después Shosanna se enterará de que Frederick es un “héroe” nazi por la hazaña de haber matado a 300 soldados estadounidenses desde un campanario. Incluso protagonizará una película llamada El orgullo de la nación, con lo que además de héroe, también es una estrella de cine. Y el propio Frederick, con tal de impresionar a Emanuelle, convencerá al director de la película para que la estrene (a cuyo evento asistirá toda la crema y nata de la sociedad nazi instalada en París, incluido el propio Hitler) en el cine de Emanuelle. Es así que Shosanna verá en ello una magnífica oportunidad para vengarse de los asesinos de su familia, y planeará quemar el cine, ayudada por Marcel, su amante.
Sin embargo, la premier cinematográfica también llegará a oídos de la inteligencia aliada y harán lo posible por infiltrar algunos espías para que vuelen el cine con todo y Hitler y así terminen con la guerra de una buena vez. Para ello contarán con la ayuda de la actriz cinematográfica Bridget von Hammersmark, quien fungirá como agente doble. Sin embargo, los planes tomarán un giro inesperado cuando los espías aliados y Bridget son descubiertos en un bar ubicado en un sótano. Se desata una balacera en la que todos mueren, excepto Bridget, quien queda herida y es interrogada por Aldo Raine. Se decide un plan desesperado en el que, debido a la muerte de los hombres que hablaban perfectamente alemán, el propio Raine y tres de sus hombres, fungirán como italianos inmersos en el mundo de la farándula. Ellos acompañarán a Bridget en la función de Gala. Todos llevan explosivos en los tobillos y no hablan casi nada de italiano, de lo que se da perfecta cuenta el Coronel Hans Landa, quien les tenderá una emboscada. Ahorcará con sus propias manos a Bridget por su traición y capturará a Raine y a uno de sus hombres. Los llevará a otro sitio y les propondrá su rendición y que éstos lleven a cabo la explosión del cine, a cambio de inmunidad de guerra y la nacionalidad estadounidense, entre otros beneficios. Raine acepta y las dos operaciones se llevan a cabo: por un lado, cuando la película nazi está en el climax, aparece el rostro de Shosanna quien dice que están ante su venganza, con lo que Marcel prende fuego al montón de cintas de nitrato que albergaba el cine, generando el caos entre los asistentes (al mismo tiempo ella mata a Frederick y muere a manos de él en la sala de proyecciones); y por el otro, los hombres de Raine disparan contra la multitud, Hitler incluido, y hacen estallar la dinamita que llevaban consigo, con lo cual se lleva a feliz termino la carnicería. Y ya que fue aceptada la rendición del Coronel Hans Landa, Aldo Raine, quien no soportaba que un nazi quedara sin ser identificado, le graba su acostumbrada svástica a punta de cuhillo en la frente, la cual considerará como su obra maestra…

Bastardos sin gloria (Inglourious Basterds) cuenta con la típica dosis de humor negro tan característica en Quentin Tarantino, aunque si somos fieles a la verdad, resulta un tanto ingenua en el planteamiento de la venganza, ya que, además del tratamiento de los nazis por parte de “Los Bastardos”, involucra a todos los principales líderes en la explosión e incendio del cine; y algo muy curioso es que a pesar de que Brad Pitt (Aldo Raine) protagoniza el film, no es él quien lleva la principal carga emocional, sino Mélanie Laurent (Shosanna Dreyfus). Por supuesto, la música y la fotografía son excepcionales, pero queda el sabor gris de una película que no supera otros trabajos del propio Tarantino.