Tres historias con un delirante germen de demencia incubado en sus entrañas. En la primera "The Granton Star Cause", Boab Coyle ha tenido un pésimo día: lo han expulsado del equipo de futbol, sus padres lo han corrido de casa para poder fornicar perversamente con toda libertad, su novia lo ha dejado por no saber cómo satisfacerla sexualmente, ha sido arrestado y concienzudamente apaleado en una celda y finalmente lo han echado de su trabajo. Cuando parece que no le puede pasar nada peor, Boab se encuentra con Dios en un bar, quien le habla, no sin burlas, acerca de su indolencia, y además decide darle una lección convirtiéndolo en una repugnante mosca. Sin embargo, Boab llevará a cabo una terrible venganza sobre todos aquellos que lo maltrataron de alguna forma. Claro, hasta que su propia madre acaba con él cuando va en pleno vuelo.
En la segunda historia, "A Soft Touch" somos testigos de la facilidad con que la gente manipula a Jhonny, un pobre mentecato incapaz de imponer su voluntad, ni siquiera en Catriona, su propia esposa, quien pese a ser madre de una niña, no duda en dar rienda suelta a sus instintos y folla con quien se le pega la gana, recibiendo incluso dinero por ello, tal como sucede con las prostitutas. Es así que Catriona se pone a follar con Larry, el belicoso vecino del piso de arriba, hasta que éste la deja embarazada y finalmente se olvida de ella. Entonces Catriona irá a buscar a Johnny para rehacer su vida juntos. Y por supuesto, él no puede más que aceptar.
Finalmente, en la tercera historia, "The Acid House", vemos cómo Colin "Coco" Bryce, después de haber estado con su novia Kirsty en un bar y de haber injerido un ácido, sale a la calle justo antes de una tormenta y es alcanzado por un rayo en medio de los efectos provocados por la droga. Mientras tanto, Jenny está a punto de dar a luz, y cuando emprende el viaje al hospital, junto con su marido Rory, es también alcanzada por el rayo dentro de la ambulancia, dando como resultado un intercambio de personalidades entre el bebé recién nacido y el propio Coco. Una trama que se irá internando sin el menor reparo por los terrenos del absurdo. Hasta que ambos finalmente se reencuentran y recuperan sus respectivos cuerpos.
Viaje ácido (The Acid House) es la primera película de ficción de Paul McGuigan, y al igual que la celebrada Trainspotting, está basada en textos de Irvine Welsh. Sin embargo, en este caso el resultado dista mucho de la película de Danny Boyle, ya que el abuso de situaciones descabelladas (sobre todo en la tercera historia) produce un efecto más bien cansino en el espectador.
En la segunda historia, "A Soft Touch" somos testigos de la facilidad con que la gente manipula a Jhonny, un pobre mentecato incapaz de imponer su voluntad, ni siquiera en Catriona, su propia esposa, quien pese a ser madre de una niña, no duda en dar rienda suelta a sus instintos y folla con quien se le pega la gana, recibiendo incluso dinero por ello, tal como sucede con las prostitutas. Es así que Catriona se pone a follar con Larry, el belicoso vecino del piso de arriba, hasta que éste la deja embarazada y finalmente se olvida de ella. Entonces Catriona irá a buscar a Johnny para rehacer su vida juntos. Y por supuesto, él no puede más que aceptar.
Finalmente, en la tercera historia, "The Acid House", vemos cómo Colin "Coco" Bryce, después de haber estado con su novia Kirsty en un bar y de haber injerido un ácido, sale a la calle justo antes de una tormenta y es alcanzado por un rayo en medio de los efectos provocados por la droga. Mientras tanto, Jenny está a punto de dar a luz, y cuando emprende el viaje al hospital, junto con su marido Rory, es también alcanzada por el rayo dentro de la ambulancia, dando como resultado un intercambio de personalidades entre el bebé recién nacido y el propio Coco. Una trama que se irá internando sin el menor reparo por los terrenos del absurdo. Hasta que ambos finalmente se reencuentran y recuperan sus respectivos cuerpos.
Viaje ácido (The Acid House) es la primera película de ficción de Paul McGuigan, y al igual que la celebrada Trainspotting, está basada en textos de Irvine Welsh. Sin embargo, en este caso el resultado dista mucho de la película de Danny Boyle, ya que el abuso de situaciones descabelladas (sobre todo en la tercera historia) produce un efecto más bien cansino en el espectador.
