viernes, 3 de julio de 2009

Slumdog Millionaire (Quisiera ser millonario)


La vida de Jamal Malik se muestra a través de la rememoración de un programa de concursos en el que podría obtener 20 millones de rupias. Una fortuna para cualquiera, pero sobre todo para él, que siempre ha vivido como un desposeído en los barrios bajos de Mumbai. Y es eso precisamente lo que hace dudar a todo el mundo de que él pueda ser el ganador de la fortuna. Porque, ¿cómo puede ser posible que un miserable paria sepa más que un abogado o un ingeniero o todos esos "grandes personajes" que han participado en el concurso "Quién quiere ser millonario"? El propio conductor desconfía de la forma en que va contestando cada pregunta y cuando Jamal ya tiene virtualmente ganados 10 millones de rupias, lo entrega a la policía para que le arranquen la confesión de que ha estado haciendo trampa mediante generosos métodos de tortura.
Y es a partir de ahí, que Jamal narra la extraña manera en que las preguntas del programa se han enlazado con sus propias vivencias, a veces de manera jocosa, como cuando conoce a su actor de cine favorito Amitabh Bachchan después de un baño literal en la mierda, y a veces de manera trágica, como cuando es testigo del asesinato de su madre por extremistas religiosos o cuando escapa de Maman (abandonando a su suerte a Latika, quien poco a poco se irá convirtiendo en el amor de su vida, y que al final será el objetivo para entrar al programa de concursos) antes de que éste le saque los ojos para ponerlo a mendigar mientras entona cánticos tradicionales, ya que se sabe muy bien que los ciegos obtienen más dinero. Después de ello, los huérfanos Jamal y su hermano mayor Salim continuarán subsistiendo mediante robos a turistas y viajando precariamente en los toldos de los trenes, siempre exponiendo su vida. Y la relación con su propio hermano estará en los dos extremos posibles, pues mientras ha sido él quien le salvó la vida ante Maman un par de veces, también lo traicionará en lo que respecta a Latika, ya que primero se aprovechará de ella y después la entregará como concubina a Javed, uno de los principales mafiosos de la ciudad. Sin embargo, Salim se reivindicará al final, cuando decide ayudar a Latika a escapar para que se reúna finalmente con Jamal, a sabiendas de que con ello firmará su sentencia de muerte.
Slumdog millionaire, la flamante e inesperada ganadora de la edición 2009 de los premios Oscar (absurdamente traducida al español como Quisiera ser millonario o Quién quiere ser millonario), cuenta con un magnífico ritmo narrativo, y una fotografía descarnada, no sólo por las situaciones que retrata, sino además por el marcado contraste de las tomas. Y aunque muchos críticos coinciden en que es una versión descafeinada de Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles, con un final bastante convencional y Kitsch (incluido el bailecito típico de la películas Indias), no por ello deja de ser una opción diversa para un público acostumbrado a la cada vez más predecible creatividad hollywoodense.