viernes, 20 de marzo de 2009

Kagemusha (La sombra del guerrero)


En medio de las guerras feudales del Japón del último cuarto del siglo XVI, ha sido encontrado husmeando un ladrón miserable, que empero cuenta con una característica muy especial: es físicamente idéntico a Shingen, el gran señor invicto del clan Takeda, quien en esos momentos se encuentra sitiando la ciudad de Kioto, pues sabe que si logra hacerse del poder allí, su territorio tendrá al mar como único límite. Durante el asedio al castillo del clan Tokugawa, todas las noches se escucha una flauta que maravilla a los soldados, al grado que el propio Shingen decide ir una noche para escuchar sus mágicos efectos, ocasionando con ello su propia perdición, ya que resulta mortalmente herido por un francotirador. Entonces, sospechando la cercanía de su propia muerte, Shingen decide, junto con los principales jefes del clan, hacer uso del ladrón como si fuera él mismo para abandonar el asedio y mantener unidas a las innumerables tropas y así defender más eficazmente su propio territorio.

Una vez consumada la muerte de Shingen, los principales jefes del clan Takeda deciden convencer al doble para que tome el puesto del gran jefe durante los próximos 3 años; terminados los cuales recobrará su libertad y sus servicios serán recompensados. Así pues, regresan al castillo, y pese a que todo está a punto de ser descubierto por Takemaru, el pequeño nieto de Shingen y próximo heredero del trono, el doble logra hacer la vida familiar tal como lo habría hecho el propio señor, evitando sin embargo las costumbres que podrían descubrir la farsa ante los súbditos, como cabalgar el potro salvaje que sólo Shingen es capaz de controlar, o yacer con sus concubinas, quienes conocen perfectamente las cicatrices de guerra del gran jefe. Y lo más importante: el doble logra engañar a los espías de Tokugawa, que no pueden creer que Shingen siga con vida y deciden corroborarlo con un ataque sorpresa a diversos puntos estratégicos de los territorios dominados por el clan Takeda.

Entonces, el propio hijo de Shingen, Katsuyori (quien le ha guardado un rencor secreto a su padre por no haber sido elegido como heredero al trono y porque incluso, después de muerto, aún debe soportar la presencia de su sombra) decide contraatacar a los agresores sin consultarlo primero con los jefes del clan, y éstos se ven orillados a prestarle el apoyo de "la sombra" de Shingen para evitar un desastre. Y es que la presencia del doble y los estandartes de Shingen (cuyos eslóganes rezan: Silencioso como el bosque, Implacable como el fuego, Veloz como el viento, Grandioso como la montaña) pueden ser fundamentales en el campo de batalla para que el enemigo crea de una vez por todas que sigue vivo. Y así sucede: la sola presencia de "la sombra" de Shingen amedrenta a los soldados de Tokugawa y genera la última victoria del clan Takeda.

Sin embargo, justo cuando están a punto de cumplirse los tres años de la suplantación, el doble comete el error de montar el potro salvaje de Shingen, el cual no lo reconoce y lo derriba al suelo. Se arma un escándalo porque todos piensan que Shingen está herido, y cuando las concubinas intentan revisar si se ha hecho daño, descubren la farsa al no encontrar las cicatrices de guerra de su señor. La noticia de la suplantación vuela por todas partes y el doble es expulsado del castillo luego de ser remunerado por sus servicios.

Así regresará a su vida de paria.

Y casi de inmediato se decide que Katsuyori será el sucesor natural del poder mientras Takemaru alcanza la edad óptima para acceder al trono. Sin embargo, Katsuyori decide emprender un ataque a las posiciones de Tokugawa, labrando con ello la ruina para el clan Takeda, ya que envía a la mayor parte de sus soldados a una muerte segura ante los muros, erizados de fusiles, de Tokugawa. El doble, testigo impotente de la masacre, decide emprender un solitario y desesperado ataque, resultando herido al poco rato de un disparo. La última escena muestra a "la sombra" mientras agoniza en el mar en un último intento por alcanzar un estandarte de su señor Shingen, el cual flota destrozado en las aguas...

Kagemusha (La sombra del guerrero) es un film épico de 1980 del director japonés Akira Kurosawa. Está basado en hechos históricos del Japón, y cuenta con una fotografía y estilo visual deslumbrantes (muy en el estilo de Dreams, del propio Kurosawa), los cuales le valieron la Palma de Oro en el festival de Cannes de 1980. A la fecha es una de las imprescindibles joyas de la cinematografía mundial.