domingo, 8 de marzo de 2009

Delicatessen


Todo transcurre en tiempos de guerra y carestía, aunque no se especifica ninguna época en particular. Y como se sabe, en estos tiempos se vale de todo con tal de sobrevivir. O al menos eso es lo que piensa Clapet (Jean-Claude Dreyfus), el carnicero de Delicatessen, dueño además del mísero edificio en cuya planta baja está ubicada la carnicería, y el cual aún logra mantenerse en pie en medio de un paisaje apocalíptico. Con el fin de abastecerse de raciones de carne en medio de la carestía, Clapet atrae a hombres robustos con la promesa de emplearlos en trabajos de reparación de los desperfectos del edificio y otras cosas varias, pero que asesina mediante argucias y engaños y después reparte los restos entre los inquilinos, siempre hambrientos de carne.

Después de la "inexplicable" desaparición del último trabajador, un clown desempleado llamado Louison (Dominique Pinon) llega para ocupar su puesto. No cumple con los requisitos que suele poner el carnicero a sus "trabajadores" en cuanto a su masa corporal, pero igual lo acepta pues la carestía no admite melindres. Louison comienza con sus reparaciones, y mediante sus dotes de ilusionista, de inmediato logra ganarse algunos aliados entre los inquilinos, como los dos niños de una familia y Julie (Marie-Laure Dougnac), la miope hija de Clapet, quien vive en el último piso del edificio y no tardará en enamorarse de Louison y le ayudará a sortear su inevitable asesinato.

Por varios días Louison logra salvarse de la muerte, aunque él ni siquiera lo sospecha, y algunos inquilinos ya están desesperados por la falta de carne. Al mismo tiempo nos vamos enterando de los detalles de éstos últimos: un viejo que vive en medio de sus inmundicias y una humedad provocada por él mismo, con lo que logra un complejo ecosistema de babosas, caracoles y ranas en el que nunca le falta la comida y es casi el único que no come carne humana; además está la familia con dos niños y una abuela, a quien más tarde Clapet utilizará como señuelo; así como Aurora y su hermano, que viven juntos y no tienen carencias económicas, pero a cambio ella está trastornada por unas voces que no dejan de invitarla al suicidio; y finalmente, la bella amante del carnicero, que haría lo que fuera por huir de ese lugar.

Temiendo la muerte de Louison a manos de su padre, Julie se interna en las alcantarillas para buscar a la temible banda de los Trogloditas, unos rebeldes vegetarianos que prometen ayudar a salvar a Louison a cambio de una fuerte cantidad... de granos de maíz. Después de la involuntaria muerte de la abuela usada como señuelo para atraer a Luison, casi todos los vecinos deciden matarlo, comandados por Clapet. Perseguido y sitiado junto con Julie hasta el baño de ésta, Louison provoca una inundación que los salva momentáneamente; sin embargo cuando intentan escapar, el piso del baño se desploma y Clapet los tiene a su merced. Entonces, instigado por su amante, utiliza el boomerang de Louison con tal de atraparlo, y al retornar inesperadamente el artefacto, se le entierra hasta la empuñadura justo en la frente. Clapet muere después de coger una silla y haber preguntado si tenía algo en la frente, ya que sentía algo raro allí. La escena final nos muestra a Julie y Louison finalmente juntos, acompañándose musicalmente en el techo del edificio.

Delicatessen (1991), de los magistrales Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, es una película de comedia negra, extraña, divertida, con excelente ritmo y fotografía, incompatible con los rancios estándares hollywoodenses, y con una hiperbolización exacta de las situaciones, lo cual la vuelve entrañable a los ojos del espectador.