sábado, 28 de febrero de 2009

Corre, Lola, corre (Lola Rennt)


En esta vertiginosa película de Tom Tykwer, estamos ante la exploración del efecto mariposa a un ritmo implacable; es decir, ¿qué pasa con el sinfin de posibilidades que pueden rodear y cambiar la significación de un mismo evento?, algo especialmente tratado en literatura por Jorge Luis Borges y Bioy Casares con "El jardín de los senderos que se bifurcan" y "La trama celeste", respectivamente.

Faltan veinte minutos para el mediodía y Lola (Franka Potente) acaba de recibir una angustiosa llamada de Manni (Moritz Bleibtreu), su novio, quien ha perdido estúpidamente en un vagón del metro la bolsa con los 100 mil marcos que debía entregar a Ronnie, el mafioso para el que trabaja. A Manni se le ennegrece el mundo ante los ojos frente a la inminencia de su propia muerte y decide emprender un desesperado atraco a una tienda departamental. Lola comienza a correr echando al aire su cabellera teñida de rojo: tiene veinte minutos para llegar con Manni con el dinero o por lo menos para evitar que arriesgue inútilmente su vida. Las posibilidades de desenlace en este film sólo serán tres, apenas diferenciadas entre sí por uno o dos segundos de tiempo, o por alguna decisión inesperada, pero que desembocarán en consecuencias totalmente distintas: la muerte de Manni; su propia muerte después de que eligiera secuestrar a su padre, un alto funcionario del banco, para conseguir el dinero; o la salvación de ambos después de que ella gana los 100 mil marcos en el casino y al mismo tiempo Manni se topa con el vagabundo que había encontrado la bolsa, al cual persigue hasta que logra convencerlo de intercambiársela por su propia pistola.

Algo que en 1998 sin duda convirtió a Corre, Lola, corre (Lola Rennt) en una película de vanguardia, fue la forma en que estaba narrada: utilizando múltiples técnicas y medios entremezclados, como la animación, muy al estilo de los cómics, el video, la fotografía fija, así como la fusión del color y el blanco y negro; sin olvidar el papel fundamental que desempeña la música trance en el frenético ritmo de las historias, hasta que finalmente se difumina en el tercer final...